viernes, 8 de noviembre de 2013

Tips para el traslado de materiales peligrosos

Para hacer la distribucion de materiales peligrosos en el hay que tener una serie de cuidados especiales en el almacenamiento, envío y normas específicas en materia de transporte carretero que las compañías deben considerar



Una de las cadenas de suministro más interesantes por los riesgos que  conlleva es la que mueve sustancias peligrosas; éstas se entienden como aquellos materiales que son capaces de constituir un riesgo importante para la salud, los bienes o el medio ambiente de acuerdo con la ONU (Organización de las Naciones Unidas.

La diferencia de esta cadena con otras es que el manejo cuidadoso del producto no obedece sólo al valor que la mercancía pueda tener, sino a la incidencia que puede generar sobre la vida de las personas y el medio ambiente, en caso de suscitarse una eventualidad mayor.

Proveer servicios para este tipo de materiales exige no sólo un amplio conocimiento de los materiales, sino de la cadena entera, por lo que a continuación se enumeran algunas buenas prácticas para el movimiento de estos materiales.


  • Conozca la normatividad

Pese a los esfuerzos de la comunidad internacional, lo que se observa a este respecto es la escasa regulación internacional sobre el tema. En los esfuerzos internacionales por normar podemos encontrar el Reglamento de la ONU para el Transporte Internacional de Productos Peligrosos. Aunque este reglamento es aplicable sólo a mercancías empacadas y no a granel, el mismo quiere dar pautas de referencia a la aplicación de sistemas de clasificación, catalogación, embalaje/envasado, marcado, etiquetado, rotulación y documentación, los transportistas, expedidores y autoridades de inspección. 

Así también, en los últimos años hemos vivido la implementación de GHS  (Global Harmonized System of Classification and Labelling of Chemicals), que impulsa la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) o el Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación.

Además de éstos encontramos organizaciones internacionales que en cierta manera también regulan el tráfico de estos materiales, tales como la OMI  (Organización Maritima Internacional) y la IATA (Organización de Aviación Civil Internacional); ambas tienen entre sus fines evitar riesgos y no deben de verse sólo como un conjunto de solicitudes engorrosas para llenar, ya que las implicaciones de un mal etiquetado pueden incluso llegar a detener el embarque, sin menospreciar por supuesto el riesgo para personas y medio ambiente.

Ya más regionalmente, en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte  (TLCAN), en el capítulo IX “Medidas Relativas a Normalización”,  se establece que cada parte utilizará como base para sus propias medidas, en lo que a transporte de mercancías peligrosas se refiere, las Recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas, es decir, la utiliza como una regulación modelo.


  • Conozca la cadena de suministro de principio a fin

 Al tratarse de productos tan sensibles, es necesario asegurarse de que se cuenta con los mejores proveedores y si no cuenta con ellos en este momento, es importante invertir en el desarrollo de los mismos. Es  importante establecer trabajos preventivos (tipo risk assesments) y, sobre todo, definir entrenamiento para las personas manejando directamente estos materiales.

La preparación previa para el movimiento logístico debería incluir un equipo multidisciplinario de la compañía (gente de almacén, de logística, de comercio exterior, regulación e incluso comercial), en el cual también debería invitarse a proveedores y, en un esfuerzo mucho más amplio, a clientes para diseñar en conjunto una cadena  exitosa y sobre todo conocida por todos. 

Se recomienda establecer listas de revisión (check list) de medios de transporte en donde se vigile que el mismo se encuentre en óptimas condiciones, revisiones de válvulas, de pisos,  etcétera, dado que permite llevar un récord para hacer trabajos preventivos de mantenimiento y al mismo tiempo puede servir como una métrica de los proveedores de transporte

Aunado a ello, en caso de mercancía seca se deben revisar constantemente las técnicas de carga y de sujeción de los contenedores para evitar daños o derrames. Una buena práctica es el establecimiento de rutas que sigan caminos bien establecidos (uso de autopistas) e incluso paradas específicas para los operadores con el fin de mantener el monitoreo de las unidades. 

Otra de las cosas que se debe tomar en cuenta es poner especial énfasis en el almacenamiento correcto y la señalización de los productos en las bodegas,  y en ésta tener bien delimitadas las áreas específicas para materiales peligrosos, no peligrosos, caducos, etcétera.


  • Revise la operación, lleve métricas y comparta los resultados

El ejercicio de hacer auditorías  en las operaciones tanto a almacenes como a transportistas es otra buena práctica a seguir. Las auditorías no sólo deben chequear el manejo y la operación también deben de incluir revisiones en las cuales se pueda observar si los medios de respuesta a posibles incidentes se encuentren listos;  además de simulacros que involucren la atención de emergencias para que no sólo el personal de planta, sino el de oficinas (si es que hay), se encuentre al tanto de qué se tiene que hacer en caso de una eventualidad.

Otro  de los puntos  que pone la ley y que no sólo debe verse como un requisito más, sino como una forma de protección a la seguridad de las personas, el medio ambiente, y los bienes e instalaciones, es el mantenimiento de brigadas de seguridad constantemente entrenadas y equipadas para la contención de emergencias en lo que llegan los expertos.

Obviamente, otra de las buenas prácticas en esta cadena es la constante revisión de hojas de datos de seguridad de materiales junto con la actualización y revisión de tablas de reacciones químicas para los almacenes.

Llevar un control de reportes de incidentes y  hacer un análisis de causa raíz son un medio fácil para que las lecciones que se aprenden sean compartidas en bases regulares y para que la experiencia de algunos sirva como aprendizaje para otros.

En realidad, y como resumen de esta lista de buenas prácticas, lo importante  es resaltar que en esta cadena de suministro lo primordial es promover una cultura de seguridad que debe permear en todos y cada uno de los involucrados.